"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora". Proverbio hindú.
"Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía". José Vasconcelos (1882-1959) Filósofo, educador y político mexicano.

domingo, 13 de mayo de 2012

La tortuga Tardona


Había una vez una tortuga que vivía en un bosque en compañía de otras tortugas y de muchos otros animales. Sus compañeras la llamaban "la tardona" porque nunca conseguía llegar a ningún sitio al mismo tiempo que las demás. El problema era que tenía el caparazón tan grande y las patas tan cortas que para ella era imposible caminar como todas las del grupo.

Ilustración: Sara de la Vega
Así que siempre se metían con ella:
- Tardona ¿te atreves a ir hasta el lago corriendo?, decía una.
- ¿Quieres que te empujemos?, jejeje, decía otra.
- Quédate en casa "Tardona" que nos haces perder el tiempo si te esperamos, protestaban las demás cuando había que hacer algo importante para la comunidad.
De esta manera, la tortuga siempre estaba triste y sola. Apartada de sus semejantes. Sin embargo, era muy simpática e inteligente y el resto de los animales del bosque la tenían en gran estima. Cuando la necesitaban, iban a buscarla para que les aconsejase sobre algún problema.
Un buen día, harta de que todas las tortugas se metiesen con ella, decidió atajar el tema de una vez por todas y demostrarles que aunque no podía caminar al mismo ritmo que ellas, era mucho más inteligente.
Las reunió a todas en la charca del bosque para retarlas a una carrera:
- ¿Qué os apostáis a que soy capaz de ganaros yendo desde aquí hasta el lago?, dijo Tardona.
- ¿Tú, si no puedes dar dos pasos sin pararte?, jejeje, dijo otra.
- Si os gano dejareis de meteros conmigo, expuso Tardona, y si pierdo, me marcharé de aquí para siempre y no volveré a ser un estorbo para vosotras.
- De acuerdo, aceptaron todas, creyéndose ganadoras.
Lo que no sabían, era que Tardona contaba con la complicidad de los animales del bosque.
Así pues comenzó la carrera. Todas las tortugas salieron a la vez, incluida Tardona. Después de un rato, la tortuga comenzó a quedarse rezagada hasta que todas la perdieron de vista. Al no verla, las demás se pararon a descansar. Pero entonces, a lo lejos vieron dos siluetas que cada vez se acercaban más y más. Cuando ya las tenían encima, se dieron cuenta de que era Tardona que iba a lomos de una gacela.
La gacela paró y la tortuga se subió encima de una liebre. Ambas adelantaron al grupo y llegaron de esta forma al lago antes que nadie.
Tardona agradeció a la gacela y a la liebre su ayuda y al resto de las tortugas no les quedó más remedio que perdirle perdón por todos sus insultos. A partir de ese momento ninguna volvió a meterse con ella y fue reconocida como "la sabia" por su astucia e inteligencia.

3 comentarios:

  1. Qué bonito te ha quedadoo!Como me gusta!Que facilidad tieneeees!Un beso muy muy grande!!=)

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  2. Gracias a ti guapa por la ilustración. Un besote grande!

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  3. Gracias por la aportación!
    La he compartido en...
    http://15unidadesdidacticas.blogspot.com.es/2014/06/t1860-desarrollo-de-la-personalidad.html

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