Yago va al colegio. Es su primer día. Su mamá le prepara su mochila con sus libros y su almuerzo.
- ¿Puedo llevar a Pato?-le dice a su mamá. Pato es su peluche preferido y su compañero de juegos.
- Si -contesta mamá.
- Mete el almuerzo para él, por si tiene hambre.
- ¡Ja, ja, ja, los muñecos no tienen hambre!- se ríe mamá.
Al llegar al colegio, mamá dice:
- Adiós Yago, luego vengo a buscarte. Pásalo bien y cuida de Pato.
- ¡Quédate a jugar conmigo! -dice Yago agarrando a mamá para que no se vaya.
- No, Yago. Aquí no podemos estar ni los papás ni las mamás -dice mamá dando un beso a Yago y otro a Pato-. ¡Hasta luego!
En el cole hay muchos niños. Pato se echa a llorar:
- ¡Buaaa, buaaa, quiero ir con mamá.......!
- No llores Pato. Los papás y las mamás no pueden estar aquí, tienen que trabajar.
Yago coge en brazos a Pato y le da besos para consolarle. Pato deja de llorar.
Después de jugar, la señorita lleva a los niños a la clase.
- Pero Pato no sabe pintar -dice Yago.
- No importa, haremos su dibujo entre todos! -contesta la seño. Y dibujan un precioso Pato en una gran charca.
- ¡Me gusta el cole! ¡Hacemos cosas muy divertidas! -le dice Yago a Pato.
Un bonito cuento para comenzar con los más pequeños. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo