Las aventuras de Tronquito

NARRADOR: Érase una vez un árbol llamado Tronquito a quien le gustaba mucho dormir. Vivía en un enorme bosque rodeado de flores y animales. Tronquito era muy alto y frondoso y era tan simpático que todos le querían.

Un día soleado caminaban cerca de Tronquito dos hormigas muy traviesas llamadas FLIP y FLOP que pretendían estropear su dulce sueño.

FLIP: - Flop, ¿has visto como duerme este árbol?

FLOP: - Sí, debe estar muy cansado.

FLIP: - ¿Qué te parece si le despertamos?

FLOP: - Buena idea.

NARRADOR: Sigilosamente las dos hormigas se acercaron a los pies del árbol y comenzaron hacerle cosquillas Al ver que sus planes no funcionaban Flip y Flop decidieron subir por el tronco hasta llegar a su nariz. Allí comenzaron hacerle cosquillas con sus antenas hasta que Tronquito estornudó. [Las dos hormigas le hacen cosquillas a Tronquito y hacen que suben por el tronco].

TRONQUITO: - ¡¡Achís, achís, achís!!

NARRADOR: El estornudo de Tronquito fue tan fuerte que las dos hormigas cayeron al suelo [Las dos hormigas se tiran al suelo] y asustadas corrieron y se escondieron detrás de una roca [Las hormigas se esconden] De repente algo comenzó a sonar (Se oye una música), era el despertador de Tronquito. Se llamaba Minuto y venia a despertarle como cada mañana. Minuto era gordito y gracioso y con sus brazos marcaba la hora. Minuto era muy amigo de Tronquito.

Tronquito estiró sus ramas y sacudió sus hojas [Tronquito se sacude y estira]

TRONQUITO: - Buenos días Minuto ¿Ya estás aquí? ¿No es muy pronto?

MINUTO: - No dormilón, ya es la hora de trabajar.

TRONQUITO: - Bueno, bueno ya voy.

MINUTO: - Yo continuaré con mi trabajo, adiós perezoso. ¡!Espabila¡¡ [Minuto se marcha]

NARRADOR: A continuación Tronquito comenzó a realizar sus tareas: recoger sus frutos, cuidar sus hojas, proteger los nidos de los pájaros que vivían en sus ramas... Cuando Tronquito recogía sus frutos vio que alguien se posaba sobre sus raíces [Tronquito se pone a trabajar y mira hacia abajo]

TRONQUITO: - ¡¡¡Ay, ay, ay!!! ¿Quién anda ahí?

LUNARES: -  Soy yo tu amiga Lunares ¿no te acuerdas de mí? El otro día te ayudé a peinarte. Y… ¿Qué estás haciendo ahora?

TRONQUITO: - Es verdad amiga Lunares, no me acordaba. Ahora me pillas recogiendo mis frutos ¿me quieres ayudar?

LUNARES: - Por supuesto amigo, los dos terminaremos antes y así podremos jugar juntos.

TRONQUITO: - De acuerdo, solo tienes que recoger conmigo las nueces que veas por el suelo y metes en esta cesta [Tronquito señala la cesta]

LUNARES: - Pues manos a la obra. [Lunares se pone a recoger las nueces y las va metiendo en la cesta].

NARRADOR: Las hormigas, que seguían escondidas detrás de la roca escucharon todo. [Las hormigas asoman la cabeza por entre la roca]

FLIP: - Ésta es la nuestra [Frotar patitas], ahora esperaremos a que terminen de recoger todos los frutos y se los quitaremos. ¿Qué te parece Flor?

FLOP: - ¡!Muy buena idea¡¡ así no tendremos que buscar alimento para pasar el invierno.

FLIP: - Adelante Flop¡¡.

NARRADOR: Pasado un tiempo Tronquito y Lunares llenaron la cesta y terminaron su tarea.

TRONQUITO: - ¡¡¡Qué pronto hemos acabado, Lunares!!!

LUNARES: - Es verdad Tronquito con ayuda de los amigos recogemos antes y tenemos tiempo para divertirnos.

TRONQUITO: - Pues como hemos acabado pronto podríamos ir al río a darnos un chapuzón.

LUNARES: - Buena idea, así nos refrescaremos, que hace mucho calor.

NARRADOR: Tronquito y Lunares se iban alejando del lugar, y Flip y Flop comenzaron a poner en marcha sus malditos planes.

FLIP: - Ahora Flop ¡¡ corre!!

FLOP: - ¡¡Sí vamos!!  [Flop se ríe]

NARRADOR: Las dos hormigas, sigilosamente  cogieron la cesta y se la llevaron a su escondite [Se cae una nuez y una de las hormigas la recoge] En ese momento apareció Minuto y les dijo:

MINUTO: -  Pero bueno, ¿qué es esto? ¿Porqué os lleváis las nueces de Tronquito?, con el trabajo que le cuesta recogerlas.

FLIP Y FLOP: - Es que dijo tronquito que se las guardáramos.

MINUTO: - ¿Estáis seguros? No me lo creo, Tronquito nunca dejaría que cuidarais sus nueces. Vi como el otro día le hacíais cosquillas mientras dormía. Seguro que queríais quitarle sus frutos.

FLIP Y FLOP: - No es verdad sólo queríamos jugar con él.

FLIP: - ¿A que sí Flop?

FLOP: - Sí, claro que sí.

NARRADOR: Minuto al no creer lo que las hormigas le habían contado, decidió ir a buscar a Tronquito y a Lunares para contarlos lo que habían dicho. [Minuto va en busca de Tronquito y Lunares]

MINUTO: - ¡!!Tronquito, Tronquito¡¡ he visto como dos hormigas se llevaban tu cesta llena de nueces.

TRONQUITO: - ¿Cómo?

MINUTO: - Sí, Tronquito ¡Te han robado!, y me han dicho que tú se lo habías mandado ¿Es verdad?

TRONQUITO: - No, no, no es verdad te han engañado. ¡! Vamos a por ellas¡¡ [Tronquito hace intentos de salir corriendo a por las hormigas]

LUNARES: - No esperad!!  Se me ha ocurrido una idea: podríamos esperar a que las dos hormigas se duerman y así podremos recuperar las nueces.

TRONQUITO: - Pero cuando se levanten verán la cesta vacía y volverán a por mis frutos.

MINUTO: - No porque,  ¿Sabéis lo que podemos hacer?

TRONQUITO Y LUNARES: - ¡¡¡ El qué Minutos!!! [Sorprendidos]

MINUTO: - Pues podíamos pintar unas cuantas piedras del color de las nueces, y así cuando las dos hormigas despierten y coman caerán enfermas.

NARRADOR: Tronquito, Lunares y Minuto pasaron la tarde pintando las piedras para que al caer la noche las tuvieran preparadas para colocarlas en la cesta y así poderse llevar las nueces. [Los tres están pintando las piedras]

LUNARES: - Venga amigos, con estas piedras ya es suficiente.

TRONQUITO Y MINUTO: - Sí, sí vale, con estas bastará.

MINUTO: - Recordar que sólo queremos darlas una lección.

NARRADOR: En ese momento se dirigieron hacia el hormiguero e hicieron el cambio y se fueron. [Se efectúa el cambio de las nueces por las piedras] A la mañana siguiente, se despertaron y comenzaron a comer. Al cabo de un rato les dolía la tripa. [Las hormigas se sienten muy pesadas y así lo mostraban casi sin poder andar]

Tronquito, Minuto y Lunares se acercaron para comprobar el estado de las hormigas, y al ver cómo se retorcían de dolor, esbozaron una sonrisa. Las hormigas habían aprendido la lección.

FIN.

Original de Arancha Gómez. Profesora de la guardería "Programa Crecemos" de Nava de Arévalo.