José Ramón es un enorme dragón con garras afiladas y colmillos gigantes. Aunque es un dragón, se porta bastante bien. No come niños ni princesas y siempre dice "por favor" y "gracias". Lo que pasa es que José Ramón, cuando se enfada..., ¡se enfada! Echa fuego por la nariz y, claro, eso es un lio. Por las mañanas se levanta de muy mal humor, y si algún día no quiere ir al colegio....¡frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!, se pone muy rojo y un chorro de fuego arrasa el desayuno.
- ¡Hijo mío! ¡Cómo te pones! ¡Ya has quemado las tostadas! -dice su padre dragón.
Si los Reyes Magos no le traen lo que ha pedido.......¡frrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!, enormes llamas le salen por la nariz y quema todo el salón.
- Ya estamos otra vez, ¿quieres hacer el favor de dejar de incendiarlo todo? -dice su madre disgustada.
Para José Ramón enfadarse era un problema y, por eso, fue a hablar con su abuela Gema.
- Cuando veas que te enfadas -dijo la abuela dragona-, respira muy hondo y piensa en cosas buenas, y si aún así no se te pasa....mmmm, haz lo que hacía tu abuelo: échate un cubo de agua por la cabeza.
Desde entonces, José Ramón intenta no enfadarse pero, como a veces no puede, siempre lleva un cubo de agua por si acaso.
Texto original de algaida. Cuentos de educación emocional. Educación infantil.