“Cierta vez había un perrito que estaba durmiendo sobre una alfombra, al lado de un sofá (el personaje del Perrito aparecerá dormido en escena). De pronto, entre sueños oyó que alguien decía “¡Miau”! (Debe escucharse una voz en off con el maullido de un gato).
El Perrito alza la cabeza y mira: “Debe haber sido un sueño”. (Mira a su alrededor y se acuesta dormir de nuevo).
Y en aquel momento se oyó de nuevo ¡”Miau!” (voz en off).
El Perrito se levanta y dice “¿Quién anda ahí? Se mueve por la habitación, mira debajo de la cama, debajo de la mesa. “¡No había nadie!”
“Que cosa más rara.
Voy a mirar por la ventana (Se encarama en la ventana y ve paseando a un gallo, que es otro niño).
“¿Has sido tú el que ha dicho “Miau”? le pregunta al gallo, quien responde:
No, que vá. Yo digo ¡quiquiriquí! (Canta con voz alta y fuerte).
“¿Y no sabes decir nada más?”
“No. Sólo quiquiriquí.
El Perrito se rasca la oreja, y regresa al cuarto, y cuando se va a sentar oye de nuevo “¡Miau!”.
“Esto ha sido aquí mismo junto a la puerta” (se mueve cauteloso hacia la puerta de la habitación. Entonces vió tierra amontonada junto a la misma, y se puso a escarbar, hasta que de allí saltó un ratoncito gris, muy pequeño. (Salta un niño con el disfraz del ratón).
“¿Has dicho tú “miau?” le pregunta bravo al ratoncito.
“¿Quién?¿Yo?, chilla el ratoncito diciendo “Hi-hi-hi”. ¿Quién ha dicho eso? (El ratoncito pregunta muy atemorizado).
“Alguien ha dicho “miau.”
“¿Por aquí cerca? (contesta alarmado el ratoncito. “¡Que miedo! Patitas, para que os quiero” (El ratón desaparece saliendo de escena corriendo).
El Perrito se queda pensativo. De pronto, cerca de su casa, alguien vuelve a decir “Miau”. (El Perrito da tres vueltas corriendo alrededor de la casa, pero no encuentra a nadie). Pero de pronto vió que algo se movía dentro.
“¡Ajá! Ahora mismo lo atrapo.” Y se acercó con cuidado, pero lo que le sale es un perrazo grande, con todo el pelo alborotado (Niño del personaje del perro grande brinca y salta alrededor del Perrito). Gruñe fuertemente: “Gr..gr..gr.”
“Yo... yo... quería saber” (temblando). ¿Ha sido usted quién ha dicho miau? (en voz baja y con el rabo entre las patas).
“¿Yo?..¿Te estás burlando de mí perro malcriado?”
Cuando el perrazo le dijo esto, le perrito arrancó a correr hasta su casa y se encerró en la misma.
De repente se oyó “Miau”. Se levanta de un salto y vé en la ventana a un gato de listas y de abundante pelo: “Miau” dice el gato.
“Guau guau”, empezó a ladrar el perrito, pero se acordó de cómo ladraba y gruñía el perro fiero y le dice. “Gr...gr..gr.”
El gato se erizó y empezó a bufar y resoplar. Y saltó de la ventana y se perdió.
El perrito volvió a la alfombra satisfecho y se acostó a dormir (el niño personaje se acuesta en el medio de la habitación y dice:
“Ahora ya sé quien dijo “Miau”.
Asociación Mundial de Educadores